lunes, 8 de febrero de 2010

HOSPITAL DE TERRASSA, ABRIL 2005

Llamaron muchos de los héroes,
vencedores en gestas inverosímiles,
me querían enseñar sus dedos pequeños,
agarrotados por el uso de las armas,
también querían mostrarme sus heridas en justas batallas,
las marcas de algún mordisco en los brazos,
y los moratones por las caídas mientras luchaban.
Me preguntaron contra qué terrible enemigo había doblado mi espada,
viéndome así, cubierto de gloria, postrado.
Mirado desde los cielos por los inmortales,
lloré por no saber qué decirles,
había estado durmiendo mientras los dioses tiraban los dados,
lloré por no saber qué decirles
pues jamás caminé por esos campos donde todos somos soldados.

3 comentarios:

SEVI dijo...

Uau... éste me gusta a mi... y creo que lo entiendo...

en fin.. que veas que en ocasiones por acá paso...

empiei dijo...

Incluso durante el largo sueño se ganan grandes batallas. Sólo se sabe si se logras despertar...
Es difícil comprender las motivaciones de un poema, sin embargo los entiendo cómo un tren que nos lleva a nuestros propios destinos.

Juan Carlos Iglesias dijo...

Hola Sevi, que alegría tenerte por aquí, me honra. Tu estabas conmigo ese día.

empiei no estar a la altura de los dioses a los que emulo a veces me hace cerrar los ojos, solo un parpadeo, luego puedo volver la poesía.