miércoles, 25 de enero de 2012

AUTORETRATO

Cuando quiero consolarme
retiro de mi vista los objetos prescindibles,
me abrazo al corazón de esta libreta,
inexperta y realista,
y tiemblo por no ser capaz de fortalecer mi paso.

lunes, 23 de enero de 2012

CARAMELOS

Cuando me sonríes y apartas las sábanas
encuentro la ausencia y el silencio de los goces,
recuerdo toda la piel no descubierta,
repetida por los antiguos amantes que sublimaron tanto como yo el poder de las palabras,
dichas y ocultas en un entramado de hilos que apenas oigo.
Bajo la mano para repetir mis pensamientos,
sin embargo son arrastrados por la corriente eléctrica, corriente seca que recorre mi armazón y devuelve
un sonido que domina mi sueño,
preciado tesoro para esta inmensa soledad del goce,
acompañado de tus yemas,
reto mejor mis paladas en pos de un punto tenaz que me envuelva en un vacio tan amplio
del que solo despierto cuando me devuelves la mirada.

lunes, 16 de enero de 2012

ACTOS ESPONTANEOS

“En el exterior el tiempo se detuvo”
(Pablo García Casado)

1

No podría darles las gracias,
debería recitarles el abecedario
y que el tiempo resbalara entre letra y letra
hasta hacerlas desaparecer,
es el grandioso acto público que nos merecemos,
tornarnos de un silencio tal que la luz sea incapaz de alcanzarnos.


2

En el silencio oficial de la muerte deberíamos pasear a hombros al que ha sido capaz de sortearnos,
muy valiente es el que busca refugio en la hipnosis,
el advenedizo que descuartiza lo no masticable para venderlo a cuartos al que no lo ha entendido,
¿quién mira a quién?
¿quién se auto elimina?
harán jabón incontestable, espuma para los ríos,
lavar en silencio nos une
y lo detesto.

viernes, 6 de enero de 2012

FIN DE AÑO

Como balance debería decir que no me acostumbro a oír, a atropellar las líneas de palabras como si fueran la última,
o una oportunidad perdida,
puede ser que algunos piensen que me lo merezco,
que me he perdido entre los bustos sin sombra,
casi como sueños que me han invitado a perder
o marcar las manos con una equis infinita
pero no es del todo cierto,
lamento cuánto dolor he causado,
los planes para emboscarme en falso
y disimular con un “no pasa nada”.
Entiendo el frío,
entiendo el rechazo,
entiendo la carambola, el vacio espacial,
que giremos incansablemente pero no entiendo la ausencia de dolor,
de las montañas perdidas, del futuro como una gesta.
Sueñan las generaciones mejoras que a veces se cumplen,
las tratamos como si ni fuera cierto que hemos sido capaces de trazar una línea imaginaria y de un soplido eliminarlas
y el ajuste de cuentas sea los basamentos, las señas por donde pasaba el puente.
Hay fiesta en el piso de arriba,
celebran que no estamos mudos,
que no hemos perdido,
arrancados los millones de toneladas de escombros de nuestra vida es el éxito reconocido por los que miran de más lejos,
celebran un año, una vuelta alrededor del sol
lejos de su antigua casa,
la mayoría serán enterrados aquí, en tierra ajena,
en la que no les gustaría haber venido,
sin embargo ríen, celebran la escasa gravedad del espacio y la suerte de que tal trayectoria se conserve,
de que el banco sea capaz de garantizar los cambios,
yo celebro que no recuerden cuando llegaron aquí mis familiares, ni sé que traían,
que tengo ausencias imposibles de llenar,
que el tren ha pasado por encima de mí,
que aunque sonría tengo miedo a sentarme en mi sillón a morir sin haber escrito el jodido poema que me resarza,
que los ojos de las personas que amé me abandonen antes que yo o que no noten mi ausencia,
el desprecio golpea la pared, rebota y me lo devuelve a la mano,
jamás soñé un desatino peor.