domingo, 1 de junio de 2008

JUGUETE AUSENTE

Han quitado de los mejores lugares los puentes,
ahora los utilizan para atravesar autopistas,
unas a otras se anudan sin fin.
Los de poca monta, con barandillas metálicas y ridícula acera, son los más propocios para dormir los recuerdos,
dejarlos rodar por la carretera,
entre atascos de operación salida y efectos acordeón.
¿Hacia dónde miran mientras pasamos?
¿A qué nueva fase del sueño les hemos inducido?
Vagan también los adyacentes campos repletos de cosas heredadas,
pisan y son pisadas,
que más da en qué términos y en que orden,
están ahí hasta que algo los haga pasar página,
imbuirlos en algún monosílabo u onomatopeya que los registre como residentes confusos,
apelados a la luz que les promete más y más tráfico,
más y más resonancias en los altos muros.
No sé cual es el punto que hace estallar la espera,
pervertir la posible combinación de colores, marcas o distancias,
no sé que les hace mantener la vista permanentemente atascada,
sería mejor que cerraran los ojos y que solo nos oyeran pasar.