jueves, 25 de febrero de 2010

CORTINAS TRASPARENTES

A Luis Antonio de Villena


Sentado en la cama,
robustecido por el tiempo,
abiertos los dedos de los pies en espera del primer calcetín,
me declaro insaciable,
nunca tendré bastante,
ni nunca serán suficientes los besos dados,
los abrazos al final de la noche
o en el primer placer mientras miro a la profundidad de los ojos,
buscando la materia primigenia,
a la que conocer mejor para susurrarle al órgano que esté capacitado para entenderlo,
que estoy aquí, entre tus brazos, para amarte.

1 comentario:

empiei dijo...

Me gustan las declaraciones tan contundentes...Si no, de qué sirve vivir, si no es intensamente...