viernes, 1 de octubre de 2010

CAMPOSANTO

Con soberbia me planto ante ti,
planicie desgastada,
algún terrón en los márgenes interrumpiendo la curva,
¿A qué estás esperando?
¿Qué te impide darme el golpe de gracia?
Yo conozco tus sueños
los términos que los difuminan,
la materia que lo vuelve turbio cuando los presentas,
cuando me das la mano y vocalizas con cuidado mi nombre,
para que tenga oportunidad de pensar en tiempos remotos y saltarme los prolegómenos,
para escoger la mejor frase
y soltar aire, sin más.

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