miércoles, 6 de enero de 2010

ESTUPIDO CORAZON

A fuerza de mancharme y limpiarme gasté mi corazón,
abrí la camisa y enseñé el espacio donde debería estar,
nadie parecía darse cuenta,
es algo parecido a cómo pasan los quilómetros en la autopista
o se observa como se aproxima una tormenta,
son cosas que suceden ajenas a los pensamientos
y se resuelven con la misma facilidad con que trazamos el camino a casa
o montamos un recuerdo a partir de una fotografía
o se nos va la mirada mientras nos cortan un filete
o se nos convence de no tener preguntas.
Nadie las respondería satisfactoriamente,
aunque el primer día así nos lo aseguraron,
ahora estoy tan lejos que ya no importa,
me he retirado sin pensar que lo estaba haciendo,
es un movimiento reflejo,
como el bombeo que levanta círculos invisibles que no puedo saltarme.

1 comentario:

empiei dijo...

De nuevo... me encantó.
Un beso compañero!