jueves, 8 de marzo de 2012

FUEGO GRIEGO

Fuego Griego rodeado de mar,
salpícame en esta hora cumbre,
dale fuerzas a mi mano para que no tiemble.

Esforzado viento que arrastras las velas al desgobierno,
apiádate de mí,
acaríciame con la seguridad de la primavera,
con sus tallos aún débiles y frescos,
y no me dejes oír como crujen las ramas del vendaval.

Desde este estático lugar,
donde los dioses señalan el final del mundo
y la bárbara especulación de la nada se extiende,
¿qué sueño puedo albergar en un lugar como este,
frente a tu boca?

Como un ser animado que engulle todo cuanto se acerca,
dame tu palabra de que te evaporarás en los intestinos de una oscura biblioteca,
no rechistarán cuando pasen de largo, se borre el índice o se incendie tu último bastión
y te tornes leyenda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuego griego, un clásico ya para mi! creo que no me cansaria de releerlo una y otra vez, fuego griego.