lunes, 22 de agosto de 2011

PLACIDA NOCHE, SILENTE ORILLA

Giacomo Leopardi

Traté de ahogarlo,
había callado, dejado de llorar
y traté de ahogarlo para evitar que siguiera consumiéndose,
le permití un vistazo a las líneas que conforman el paisaje,
un mundo de más escondido en las hojas de los días sobrantes.
Me viene al gusto eso que se llama bilis
y no es más que una cadena de favores para arrastrar más y más palabras vanas,
ya he escondido mi cemento entre los dedos
para soldarme a la unidad
y no dividirme más.

No hay comentarios: