miércoles, 8 de diciembre de 2010

MIGAJAS

Desde que lo conozco nunca lo había visto con bigote,
durante estos últimos dos o tres años qué ha debido pasar por su cabeza,
quizás un día se miró al espejo y pensó en los grandes hombres que lo han llevado
y que él debía ser uno de ellos,
cómodo por el éxito de tener que mirarlo dos veces porque hay algo diferente,
se pasea por la avenida de árboles rotos por el vendaval y pisos sin terminar,
cosas del barrio,
desde su terraza anima a los demás a ser como él,
ocioso y con bigote
porque también ha dejado de trabajar
y colecciona lo que se dejan olvidado,
tomó prestada la amabilidad de ser el rey de un barrio construido mientras ha ido envejeciendo,
no tiene gracia,
a veces vienen a verlo sus hijos ya mayores
y calla que se piensa quitar el bigote en breve
será una sorpresa y si volvemos a coincidir al tirar la basura,
lo miraré sin estar seguro de que le falte algo.

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